La innovación educativa se persigue de forma intencional y sistemática

La innovación educativa se persigue de forma intencional y sistemática

jueves, 6 de enero de 2011

Innovación, sendero para mejorar la calidad de los sistemas educativos de las Unidades Académicas.

El Center for Educational Research and Innovation (CERI) de la OCDE ha promovido el enfoque, que la educación y la investigación educativa deben participar en forma más intensa en la generación de innovaciones, a través del libro Knowledge Management in the Learning Society (2000)** y recomienda una interacción más directa entre investigación y usuarios. Considerando que los docentes son los principales actores del cambio educativo, a través de prácticas pedagógicas innovadoras, con sus experiencias y reflexiones permiten la propuesta de nuevas teorías pedagógicas, el descubrimiento de nuevos modelos y métodos pedagógicos y hasta la concepción de nuevas políticas y reformas educativas , partiendo de las necesidades sentidas en cada una de las Unidades Académicas, estableciendo un proceso sistémico de innovación, de renovación o de actualización educativa y se puede extender a partir de la validación de resultados. Es, por tanto, absolutamente indispensable impulsar los cambios que propongan los docentes, con el objetivo de lograr mejorar la calidad de los sistemas educativos en beneficio de una mejor formación de los alumnos para su incorporación en una economía basada en el conocimiento, catalizada de rápidos cambios y una creciente interdependencia global. Siendo una realidad, asumir el desafío, que el éxito será para las personas y los países que sean rápidos para adaptarse, moderen sus quejas y estén abiertos a los cambios.
Por lo general la investigación educativa es realizada o contratada por quienes se encuentran directamente involucrados en la toma de decisiones del quehacer educativo: desde el diseño de las grandes políticas, el financiamiento de proyectos innovadores, hasta quienes desean probar innovaciones curriculares o metodológicas en el aula con la finalidad de realizar cambios desde las cúpulas directivas. En la actualidad, en varios foros educativos se ha destacado que las reformas educativas que son diseñadas por especialistas, forman parte de las políticas del aparato gubernamental, no siempre son aceptadas por los docentes, ni siempre producen los cambios esperados, porque algunas de ellas provocan efectos perversos en el desarrollo del sistema por lo que ningún cambio puede hacerse sin la participación activa y comprometida de los docentes. De igual manera se puede consolidar que el docente pueda dedicarse a elaborar teoría pedagógica a partir de la investigación educativa, eliminando la disociación que tradicionalmente se ha planteado entre teoría y práctica, que deja la primera a los investigadores y la segunda a los profesores cuando se enfrentan a las tareas cotidianas de su labor. Por lo expuesto anteriormente, es evidente que los esfuerzos divididos de las áreas de investigación educativa e innovación de la Subdirección de Innovación del Cfie ha causado confusión en ciertos sectores de los docentes, en donde se imparten seminarios en las dos temáticas, cuando actualmente se necesitan unir sinergias para el logro de objetivos a corto plazo, considerando que el mundo basado en una economía en el conocimiento cambia a velocidades estratosféricas.